martes, 21 de junio de 2011

LA FUERZA DE UNA MADRE

Había dos tribus guerreras en los Andes, una que vivía en el valle y otra en lo más alto de las montañas. Un día los habitantes de las montañas invadieron las tierras del valle y, como parte del saqueo, raptaron a un bebe de una de las familias del valle. Los habitantes del valle no sabían cómo subir a la cima de la montaña. No conocían los senderos que utilizan los habitantes de ese lugar, ni sabían dónde encontrarlos o como perseguirlos en el escarpado terreno. Aun así enviaron a sus mejores guerreros a escalar la montaña con la orden de hacer hasta lo imposible para traer al bebe de regreso. Los hombres ensayaron un método de escalar y luego otro. Probaron una cosa y luego otra. Sin embargo, después de varios días de esfuerzos solo habían conseguido avanzar unos pocos metros.
Desesperanzados e impotentes, los hombres del valle decidieron que su causa estaba perdida y se prepararon para regresar a su aldea. Mientras empacaban su equipos para descender, vieron a la madre del bebe que bajaba de la montaña y llevaba a su bebe a la espalda. ¿Cómo era posible?
Uno de los hombres saludo y le dijo: “Como pudiste escalar esta montaña si nosotros, los hombres más fuertes y capaces de la aldea no lo conseguimos?” La mujer se encogió de hombros y respondió: -“Es que el bebe no era tuyo”
Para una Madre todo es posible porque el Amor por sus hijos solo es superado por el Amor hacia Dios que, también se manifiesta en sus propios hijos. María Santísima en su advocación de Nuestra Señora de la Asunción todo nos lo puede conseguir: Salud, prosperidad, unión familiar, paz social, trabajo, etc. Porque ella todo lo puede con su suplica y su intercesión ante nuestro Señor, como en las bodas de Caná.
En estos tiempos de confusión que reconfortante es para nosotros saber que nuestra Madre del cielo nos protege y está ahí como nuestra mediadora ante su Hijo pidiendo por Nosotros. Que Así Sea


No hay comentarios:

Publicar un comentario