martes, 21 de junio de 2011

SOLIDARIDAD

Al autor y orador Leo Buscaglia se le solicitó una vez que fuera parte del jurado en un concurso.
El propósito del concurso era encontrar al niño más cariñoso. El ganador fue un niño de 4 años, vecino de un anciano cuya esposa había fallecido recientemente.
El niño al ver al anciano llorar en el patio de su casa, se acercó, se sentó en su regazo y comenzó a llorar. Cuando su mamá le preguntó que le había dicho el vecino,
el niño le contestó: - “Nada… Solo le ayudé a llorar”.
Con los años vamos perdiendo la inocencia, que no es otra cosa que la sabiduría que nos regaló Dios. Recuerda decir siempre: “Gracias”…

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