martes, 21 de junio de 2011

PREPARALE EL CAMINO

A tu hijo, vele preparando el camino antes de
que se sienta perdido para transitar en él.
Vele ablandando las capas del alma, antes de
que lleguen los malos tiempos y las tempestades.
Vele remojando las pasiones, antes de que
llegue el momento de dominarlas.
Vele enseñando a conducirse, antes de que
llegue la necesidad de tener que actuar solo y ser responsable.
Vele colocando los valores en su sitio, antes de que pierda de vista cuáles son las prioridades en la vida.
Vele señalando la esperanza, antes de que lleguen los fracasos y las caídas que parecen sin
remedio, pero de las que hay que levantarse.
Vele dando un buen acero para luchar, muchos se pierden porque no resisten el peso
de las cruces que se tienen que cargar.
Vele dando una alternativa de fe, antes de que llegue el vendaval y lo achique, lo encorve, lo resquebraje.
Vele dando cabida en tu corazón, antes de que se le llegue a cerrar el cielo y a marchitar el
alma; porque a la hora de los aciertos tienen su mundo, pero a la hora de los errores tienen que
meterse en el corazón de los padres.
Vele anotando en el libro de su vida que el amor se amasa con lagrimas, lo mismo que la
esperanza se amasa con la luz, para que no se sorprenda.
Vele diciendo cómo mueren y nacen las rosas por el camino que pisamos, para que no
ande desprevenido.
Vele mostrando que a veces en el polvo nace una flor, en los charcos brota un lirio y entre las
voces del mundo se esconde una violeta, para que en su momento sepa espigar y deslindar.
Vele escurriendo dentro la plenitud de dar, para que encuentre normal el mundo de la generosidad.
Ve poniendo las ilusiones como pájaros en las manos, para que no se asuste al verlas volar.


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