martes, 21 de junio de 2011

NO DEJES DE ASOMBRARTE

El tren ha comenzado a moverse. Está cargado de gente de todas las edades, la mayoría obreros y jóvenes estudiantes de universidad, tanto hombres como mujeres. Cerca de la ventana se sentaba un anciano con su hijo de 30 años.
Mientras el tren se mueve, el hijo está sobrecogido de gozo, encantado por el paisaje fuera.
“Mira, papá, el paisaje de los árboles verdes alejándose es muy hermoso”.
Esta conducta del hijo de 30 años hizo que los demás se sintieran incómodos con él. Todos comenzaron a murmurar una cosa u otra acerca de este hijo.
“Este tipo parece estar loco”, el recién casado Anup le susurró a su esposa.
De repente comenzó a llover. Las gotas de lluvia cayeron sobre los pasajeros a través de la ventana abierta. El hijo de 30 años, lleno de gozo decía: “Ves, papá, que hermosa es la lluvia…”
La esposa de Anup se molestó con las gotas de lluvia, ya que caían sobre su nuevo vestido, dañándolo. “Anup, ¿no puedes ver que está lloviendo? Y usted, anciano. Si su hijo no se siente bien, llévelo a un asilo mental pronto para que no moleste a los demás”.
El anciano titubeó primero y entonces contestó en tono bajo: “Regresamos a casa del hospital. Mi hijo fue dado de alta esta mañana. Nació ciego y no fue sino hasta la semana pasada que recobró la vista. La lluvia y la naturaleza son nuevas a sus ojos. Por favor, perdónennos la inconveniencia causada”.
No dejes de maravillarte mi querido amigo por tantas bendiciones que recibimos diariamente, la vida misma, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestro cuerpo, nuestra salud, nuestra inteligencia, nuestras habilidades, nuestra libertad etc. Son tantas las maravillas que nos rodean que ya no sabemos valorarlas.
Recuerda que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, pero siendo sinceros, no es necesario llegar a tanto, así que dediquémonos a ser felices y a hacer felices a los demás.


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