martes, 21 de junio de 2011

CONOCI A UN HOMBRE…

Conocí a un hombre, que pasó mucho tiempo, muchos años, esclavizado por el vicio del alcohol. Curiosamente su padre, su abuelo, sus tíos y algunos primos habían muerto poseídos por esta penosa enfermedad llamada alcoholismo.
Como es de suponer los problemas económicos y familiares no se hicieron esperar, y al rato aquello era un verdadero desastre, sumando a todo esto el mal ejemplo que este hombre daba a sus hijos al presenciar ellos sus constantes borracheras y las discusiones con su esposa.
Como una enfermedad sucia y contagiosa, este hombre a donde quiera que iba llevaba problemas y poco a poco comenzó inclusive a perder a sus familiares y amigos, al punto de casi quedarse solo en la vida.
La esposa de este hombre, supe después, oraba y pedía al Señor Jesucristo la conversión de su esposo, sobre todo por sus hijos y por la unidad de su familia. Por cierto que este hombre cuando veía a su esposa orando o que esta asistía a misa, la regañaba y ofendía al punto de casi agredirla.
Pero un buen día y después de tremendo pleito en el que se vio involucrada toda la familia, este hombre como el Hijo Pródigo volvió en sí, y al ver todo el daño que había causado, cayó arrepentido a los pies del Señor Jesucristo y pidió perdón, pidió perdón a todos y fue un hombre nuevo, un hombre que ahora trata de vivir para Cristo, para su Iglesia Católica y para su familia.
Pienso yo, que la oración de esta mujer, ayudó al cambio de su esposo, por eso mis queridos lectores tengan paciencia si tienen un problema similar y oren, oren mucho porque el Señor Jesucristo si los escucha. Ojala que también si padecemos o conocemos a alguien con esta terrible enfermedad busquemos la ayuda de los Alcohólicos Anónimos, porque si hay solución a este grave problema se los digo por experiencia, porque ese hombre alcoholizado: fui YO.


No hay comentarios:

Publicar un comentario